1. Generalidades:
Tras la Segunda Guerra Mundial las diferencias entre el mundo socialista, encabezado por la URSS, y el mundo capitalista, encabezado por los Estados Unidos, se fueron profundizando y se manifestaron en un periodo de conflictos, algunos de los cuales aún no han hallado solución. Al mismo tiempo, los países que se van independizando de las antiguas metrópolis forman un tercer bloque, que intenta mantenerse al margen de los conflictos entre las grandes potencias: son los países no alineados, el también llamado Tercer Mundo.
2. De la Guerra Fría a la coexistencia pacífica:
En los primeros años de la posguerra el mundo se dividió claramente en dos bloques: Uno, encabezado por los Estados Unidos de América, integrado por sus aliados occidentales, las naciones americanas y la mayoría de los antiguos territorios coloniales. En el orden militar, Estados Unidos de América, Gran Bretaña, Francia, Alemania Occidental, Noruega, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Italia, Portugal y Turquía constituyeron la Organización del Tratado del Atlántico Norte (O.T.A.N.) A su vez, Estados Unidos de América consolidó su alianza con los países latinoamericanos a través de la Organización de Estados Americanos (O.E.A.) y afirmó su predominio económico en esta área. En Asia, finalmente, mantuvo una fuerte ligazón con el Japón y Filipinas, y comenzó una enérgica acción para afianzar su posición militar y económica en Indochina, China y Corea.
Por una generalización geográficamente incorrecta se denomina a este conjunto bloque occidental, cuya característica esencial consiste en la vigencia de un sistema económico capitalista y en una tendencia hacia el liberalismo político. Sin embargo, el bloque presenta una gran heterogeneidad: países como Suecia o Noruega presentan fuertes matices socialistas en su economía. A su vez, muchos Estados son dirigidos por dictaduras, como actualmente ocurre con Portugal, España y algunos países latinoamericanos.
La Unión Soviética, por su parte, lidera el bloque comunista. Como resultado de la guerra, Alemania Oriental, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria y Albania quedaron bajo influencia de Moscú y vinculados al Pacto de Varsovia. En Asia, China continental (desde 1949), Corea del Norte y Vietnam del Norte también se convirtieron en aliados de la U.R.S.S. El sistema económico socialista y el régimen de partido único, predomina, en líneas generales, dentro de este bloque.
Entre Estados Unidos de América y la URSS no estalló un conflicto general, pero la tensión provocada al finalizar la guerra por el problema de las fronteras de Polonia y la crisis suscitada en torno de la ciudad de Berlín (1948) originaron la llamada “Guerra Fría”, en la que ambas potencias adoptaron una actitud aparentemente intransigente.
Ambas potencias procuraron por todos los medios mantener su predominio en las respectivas zonas de influencia. Por ese motivo las tropas soviéticas intervinieron en Hungría (1956) y en Checoslovaquia (1968), cuando esos países pretendieron apartarse de la tutela rusa, y el gobierno norteamericano envió tropas a Santo Domingo (1965) o intervino en China, Corea o Vietnam con parecidas intenciones.
3. El equilibrio del terror:
El espantoso poder de las armas nucleares químicas y biológicas, capaces de destruir a la humanidad de estallar un conflicto general, impidió una tercera guerra mundial, aunque rusos y norteamericanos se enfrentaron indirectamente, a través de sus respectivos aliados, en distintas regiones. Entre ambos países, además, comenzó una costosísima carrera armamentista que incrementó hasta proporciones increíbles el arsenal atómico, lo cual dio lugar a lo que se llamó el equilibrio del terror.
4. La coexistencia pacífica:
Sin embargo, desde la muerte de Stalin (1953) la política soviética adquirió otras características. Nikita Kruschev, figura preponderante del gobierno ruso y primer ministro de 1958 a 1964, abrió camino a lo que llamó “política de coexistencia pacífica”. Paulatinamente, Washington y Moscú establecieron nuevos contactos, que, se intensificaron bajo la presidencia de John Kennedy, electo en 1960 y trágicamente desaparecido en 1963.
Este acercamiento, sin embargo, se vio interrumpido por serias crisis como, por ejemplo, el caso cubano. En 1959, fue derrocado el dictador Fulgencio Batista. Asumió entonces el poder un nuevo gobierno, encabezado por Fidel Castro, quien implantó en la isla un régimen marxista-leninista. Frente a la actitud adversa de los Estados Unidos, Cuba buscó el apoyo soviético. En 1962, el gobierno norteamericano descubrió la presencia de instalaciones de cohetes balísticos rusos en Cuba, lo cual creó una nueva situación de tensión que estuvo a punto de desencadenar un conflicto armado. Finalmente, la moderación de Kennedy y Krushev impidió la catástrofe y los soviéticos retiraron esos armamentos de la isla.
La política de “coexistencia pacífica” con occidente y una serie de problemas fronterizos, distanciaron, como ya se señaló, a la URSS de China comunista, que mantenía una política de intransigencia ante los países capitalistas. China, convertida, como Francia e Inglaterra, en potencia nuclear, apareció así como otro polo de conflicto.
En 1972, el gobierno norteamericano reinició sorpresivamente relaciones con el régimen de Pekín y la República Popular China fue admitida en la ONU, en reemplazo de China nacionalista. Japón y otros aliados de Estados Unidos de América, establecieron también relaciones con Pekín.
A partir del gobierno de Charles de Gaulle (1958-1969), Francia adoptó una posición neutral e intentó agrupar a los estados europeos de occidente, vinculados, además, por el Mercado Común Europeo, en un bloque destinado a evitar la preponderancia rusa o norteamericana.
5. El grupo de los países "No alineados":
Numerosos países adoptaron una política neutral en el enfrentamiento entre las dos grandes superpotencias e integraron en lo que se ha dado en llamar “Tercer Mundo”, denominación también empleada para calificar una postura política y económica no comprometida con el comunismo soviético ni con el capitalismo occidental o, en el orden social, para designar a los países pobres, o subdesarrollados, de Asia, África o América Latina.
Entre las naciones No-Alineadas ocupa un lugar descollante la India; también participan de esta tendencia algunos estados asiáticos y numerosos países africanos de reciente creación. Dentro del bloque socialista, Yugoslavia, embarcada en una política interior de grandes reformas, se mantiene también al margen de los dictados de Moscú, pero sin comprometerse con el bloque occidental.
6. Principales conflictos de la postguerra:
La Guerra de Corea (1950-1953): Hasta 1945, la península de Corea soportó la ocupación japonesa. Derrotado Japón, la Unión Soviética ocupó militarmente el norte del país, mientras fuerzas norteamericanas hicieron lo mismo en la región meridional. Los gobiernos de Moscú y Washington no coincidieron en la reunificación del país y mantuvieron su tutelaje sobre los dos estados que se constituyeron en sus respectivas zonas: la República Popular de Corea (en el norte) y la República Democrática de Corea (en el sur). En Junio de 1950, estalló una guerra entre las dos repúblicas coreanas. Con el aval de la ONU, Estados Unidos de América envió poderosos contingentes armados en apoyo del sur. Poco después, China continental envió tropas en auxilio de los norcoreanos, por lo que se libró una encarnizada contienda durante tres años. Finalmente se firmó un “cese al fuego” en Panmunjon (julio de 1953), manteniéndose el límite entre ambos estados en el paralelo 38º. El problema político implícito en esta artificial división del país no se ha resuelto aún.
La Guerra de Vietnam (1957-1975): Una vez finalizada la guerra de independencia de Indochina y tras la conferencia de Ginebra de 1954, que ratificó la división del territorio en dos estados, los franceses evacuaron la región. El dirigente comunista de Vietnam del Norte, Ho Chi Minh, anunció su decisión de enviar tropas para conquistar Vietnam del Sur, cuyo régimen se había negado a realizar las elecciones previstas cara a una posible reunificación. En 1960, los comunistas de Vietnam del Sur fundaron el Frente de Liberación Nacional, cuyo brazo armado, el Vietcong, apoyó la ofensiva del norte a fin de conseguir la reunificación. El conflicto de Vietnam, se convirtió, entonces, en un escenario más de la Guerra Fría, ya que Vietnam del Sur contó con el apoyo de Estados Unidos y Vietnam del Norte con el de la URSS.
Éste fue el origen de una larga guerra que duró casi veinte años. Los norteamericanos, amparados en un acuerdo de ayuda mutua con el gobierno de Vietnam del Sur, les suministraron tropas y armamento. En tiempos del presidente John F. Kennedy, el conflicto se intensificó, sobre todo a partir de 1963, pero fue durante el gobierno del presidente Lindón B. Jonson, cuando la ayuda norteamericana alcanzó su máximo, llegándose a contabilizar más de medio millón de soldados estadounidenses en territorio vietnamita.
El desgaste por enfrentarse a una población organizada en guerrillas y que no se rendía con facilidad – a pesar del recurso continuado a la utilización de la guerra química y de los bombardeos masivos sobre la población civil – convenció a Estados Unidos de la dificultad de obtener una victoria militar. Además, el desprestigio internacional que el conflicto les estaba acarreando y la protesta de muchos jóvenes americanos por la intromisión en Vietnam, condujo a la apertura de negociaciones en Enero de 1968.
Al año siguiente, el presidente Nixon defendió la vietnamización de la guerra, es decir, la retirada progresiva de las tropas extranjeras para provocar que el enfrentamiento se redujese a una guerra civil. Paralelamente, y buscando una posición de fuerza en las negociaciones, Estados Unidos incrementó los bombardeos, que se extendieron a Laos y Camboya, en un intento de controlar la llamada ruta Ho Chi Minh, a través de la cual actuaban las tropas norvietnamitas.
En Enero de 1973, las conversaciones concluyeron con la firma de los Acuerdos de París, que concertaron un alto al fuego y el fin de la ayuda militar norteamericana. En 1975, se completó la retirada estadounidense y, en Abril de ese mismo año, una ofensiva de tropas norvietnamitas y del Vietcong consiguió entrar en Saigón y proclamar la unificación de todo el territorio bajo un gobierno comunista.
La crisis de los misiles de Cuba (1959-1962): Un pequeño país, Cuba, provocó uno de los episodios más importantes de la Guerra Fría y rompió la correlación de fuerzas existentes al poner en duda el dominio norteamericano en el continente. El gobierno dictatorial de Fulgencio Batista, tutelado por los norteamericanos, fue asediado a partir de 1956 por la guerrilla nacionalista de Fidel Castro, cuyas tropas entraron en La Habana en Enero de 1959.
El movimiento castrista había nacido con una ideología nacionalista, ante la dependencia económica, política y cultural de Cuba respecto de Estados Unidos, aunque en principio, era ajeno a las tensiones internacionales y a la política de bloques. El triunfo de la revolución y la consiguiente nacionalización de los recursos económicos provocó la hostilidad del gobierno de Estados Unidos, que declaró el boicot económico a Cuba y la compra de azúcar, principal producto de sus exportaciones. Además, también ofreció su apoyo a los exiliados políticos cubanos, acogiéndose en su territorio o ayudándolos para actuar contra el régimen castrista.
La Unión Soviética no tardó en ofrecer su ayuda al régimen castrista y, en 1960, ambos establecieron relaciones comerciales. Firmaron un tratado de cooperación militar, consolidando así la aproximación de Cuba al bloque del Este. Además, ese mismo año, Castro proclamó el carácter socialista de la revolución cubana y, en 1961, todas las organizaciones revolucionarias se fusionaron en el Partido Unido de la Revolución, que en 1965 pasó a llamarse Partido Comunista de Cuba.
La tensión entre Cuba y Estados Unidos se agravó en Abril de 1962, cuando se produjo un intento de desembarco en la Bahía de Cochinos, por parte de cubanos exiliados y de norteamericanos que contaban con el apoyo de la CIA. Esta fracasada invasión generó en las autoridades cubanas una sensación de inseguridad que motivó la firma de un acuerdo defensivo con la URSS para instalar en la isla misiles nucleares, que apuntaran hacia Estados Unidos.
Detectada la operación por los norteamericanos, Kennedy ordenó, en Octubre de 1962, el bloqueo naval de Cuba para impedir la llegada de las piezas nucleares que transportaban los barcos soviéticos. Quizá en ningún otro momento de la Guerra Fría se había llegado a un grado tan alto de tensión entre las dos superpotencias. Finalmente, después de días de angustia, Krushev ordenó el regreso de los barcos que se dirigían a Cuba y se comprometió a retirar las armas nucleares. Como contrapartida, el gobierno de Kennedy levantó el bloqueo naval de la isla.
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